¡ QUE VIENE EL PAPA!... QUE VIENE EL REPRESENTANTE ¿DE?

 

 

Si el Papa fuese quien dice ser y representase de verdad a quien dice representar: a Jesús de Nazaret (al Jesús de la tradición cristiana ya que no podemos hablar con propiedad científica del Jesús histórico); no vendría como viene: vendría sólo o con un grupo muy reducido y su viaje desde Roma costaría menos de 400€ (en un vuelo de bajo coste). Podría pasear y predicar tranquilamente por Madrid, y podría acercarse a las personas humildes y enfermas y éstas a él, y acariciar a los niños, y habría auténtico gozo y espíritu cristiano ¿No nos cuenta la Biblia que el Auténtico era así?

  Sus fieles le darían comida y cobijo y recibirían sus enseñanzas de forma cercana, sincera y directa.

 Pero el Papa representa otra cosa y a otros personajes y manipula la buena voluntad de quienes creen en él utilizando la imagen de un mito. Y necesita la lejanía y el protocolo para engrandecer su figura y aumentar su poder sobre las masas de cristianos poco exigentes en sus creencias.

  Ya sé que a muchas personas les parecerá que estoy diciendo necedades o que hablo desde el idealismo, y que, supuestamente, también al Papa le gustaría vivir así pero que, muy en contra de sus deseos, no puede hacerlo porque las circunstancias reales no lo permiten: ¡es una personalidad religiosa y política mundial y no puede hacer lo que le gustaría!

  Pues bien, yo tengo un ejemplo muy a mano para apoyar mi tesis: el Dalai Lama. Él también es una autoridad política y religiosa mundial (además es Premio Nóbel, lo que le da más relevancia) ¿saben como viaja? ¿Han visto cortes de circulación por su culpa? Él también podría ser una figura inaccesible (de hecho lo eran sus antecesores). Él también tiene peligro real de ser atacado por cualquier ansioso de notoriedad (y tiene razones muy concretas para tener enemigos muy poderosos).

 Usted puede enterarse de alguna de sus visitas a España y puede acercarse a escuchar en directo alguna de sus conferencias o enseñanzas ¡Y es tan santo como el Santo Padre! Solo que representa a gente menos poderosa en la Tierra que el que dice representar al libertador de los pobres.

 ¡Feliz estancia, Santo Padre!

  Cuando empiece a esbozar condenas por los males del mundo materialista, relativista y provocador del laicismo, no olvide que  casi cuatro millones de somalíes están muriendo progresivamente o en grave riesgo de hacerlo porque algunos de los más importantes dirigentes que se postran ante Su Santidad lo están fomentando, consintiendo o ignorando con sus políticas mundiales. Esos mismos dirigentes son los que le protegen a Usted y colaboran para que todo el protocolo que necesita en sus multitudinarios viajes mundiales se cumpla escrupulosamente. Y si necesitan dar facilidades para aumentar el gentío, las dan.Y si necesita que el ambiente esté libre de marginados, o de protestantes indignados, los quitan de en medio o le llevan a Usted por otros lugares más aclamadores y gozosos.¡Y Su Santidad sin enterarse!

 Ellos le protegen y Usted los honra con su bendición personal: en el fondo es la misma simbiosis que inventó hace más de 4.000 años la civilización mesopotámica y que desde entonces no ha dejado de reproducirse en todas partes con formas y modos diferentes: el gran sacerdote legitima  que el poder del rey se recibe de Dios (por tanto es intocable) y aquel compensa abundantemente al templo y a sus representantes.

  Se cierran Centros de Salud para las gentes comunes y se abren hospitales de campaña para los peregrinos, se encarece el transporte público porque no hay dinero, pero se le regala a sus seguidores,...

Muchos políticos corren a postrarse ante Su Santidad: seguro que Usted sabrá recompensarlos.

 El 20 N (¡Uf!, que fecha: el día en que se cumple el aniversario en que nos dejó otro gran servidor de su causa), veremos quien recoge los frutos que Usted habrá sembrado durante estos cinco días de simienza.

 A lo dicho: ¡que viene el Papa!