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Educando en armonia

¡NÓMADAS EN ESPAÑA!

¡NÓMADAS EN ESPAÑA!

 ¡Hola!, habitantes del ciberespacio.

 Retomo con enorme ilusión la actividad de comunicarme a través del blog tras un largo paréntesis veraniego apartado casi totalmente de las nuevas tecnologías por motivos variopintos. Espero que el próximo espacio de incomuicación esté lejos y sea corto, caso de producirse.

 Hoy quiero hablar de algo que me preocupa mucho y que en estos momentos estoy viviendo muy de cerca: me refiero a los temporer@s; en su gran mayoria personas extranjeras, que van de un lugar para otro esperando poder encontrar algún trabajo relacionado con las diferentes tareas de recolección del campo español.

 En estos días estamos empezando la vendimia en la región natural de la Mancha, pero desde hace muchos días hemos podido comprobar cómo llegaban grupos de personas rumanas, búlgaras, marroquíes, etc. hasta nuestros pueblos. Concretamente en el mío, Socuéllamos, la cantidad de estos trabajadores y trabajadoras ha sido sensiblemente mayor que en otros años. Vienen desde muy lejos. Han atravesado varios países y esperan echar unos jornales, hacer alguna otra cosecha distinta a la vendimia y, finalmente, volver a sus lugares naturales con algo de dinero que les permita proseguir sus humildes vidas.

 Son los nuevos nómadas. LLevan todas sus pertenencias actuales, muy escasas, encima. Suelen compartir un destartalado coche o furgoneta. A veces se mueven con la familia al completo o casi al completo (se les puede ver con bebés, frecuentemente).

 La sensación que producen entre las personas autóctonas y, curiosamente, también entre compatriotas ya afincados en "nuestra tierra", es la de que "son una invasión" ya que ocupan espacios públicos como parques y plazas y deambulan sin aparente rumbo por "nuestras" calles y con frecuencia improvisan maltrechos campamentos en las afueras de los pueblos.

 Concretamente en Socuéllamos, este fenómeno está siendo muy visible este año. Algunas personas están algo inquietas; otras, molestas; las hay, incluso, indignadas por el "espectáculo" (ya se sabe, el "efecto llamada" por culpa de Zapatero, que dicen los del PP).    Yo os puedo asegurar que estoy indignado, abochornado y con sentimiento de culpa. Me explicaré:

 Indignado, por ver qué poco preocupa este hecho a los responsables políticos de mi pueblo, pues hacen muy poco por aliviar esta situación (podiámos tener un lugar digno que sirviera como refugio provisional donde estas personas  pudieran asearse, alimentarse básicamente y descansar).

 Abochornado, porque produce vergüenza ver como en 2006 unas personas tienen que malcomer en la calle y dormir en un cohe o en  una tienda de campaña, sin agua potable y sin lugares para hacer sus necesidades. Si tienen algún auxilio es gracias a que  algunas ONGs (Cáritas, Cruz Roja -les felicito-) están trabajando denodadamente con sus voluntari@s,y no por parte de la administracción pública, el ayuntamiento, que es quien representa a tod@s l@s ciudadan@s de Socuéllamos.                                                                                          Es muy lamentable  ver cómo acabamos de celebrar unas fiestas (en honor a una virgen, dicen) y a ellas han sido invitadas numerosas personas de fuera que han sido generosamente agasajadas (me refiero a los militares de aviación) y, sin embargo, las personas que vienen a ayudarnos a recoger los frutos que nos darán de comer, son obviadas hasta extremos impropios de una sociedad que dice ser democrática y, por añadidura, cristiana. No me parece que la Virgen de Loreto, caso de existir, pueda estar muy contenta con los que dicen ampararse en su manto (ni tampoco con quienes no la tienen en cuenta en sus vidas cotidianas).

 Con sentimiento de culpa, finalmente, porque también debo tener alguna responsabilidad personal en el mantenimiento de esta situación ya que con frecuencia se me ocurre pensar que debería ser un ciudadano más activo para influir en que esto no pasara o, al menos, no fuera tal como es.                                                                                                                                                                          

 No quiero terminar sin un canto a la esperanza. Esperanza solidaria representada por una gran cantidad de socuellamin@s que sí saben responder a lo que ven y están, por su cuenta, ayudando en lo que pueden a esas personas y, finalmente, esperanza política porque muchas de estas personas verán como sus respectivos países se integran en la UE y, por fín, se les reconocerá como ciudadan@s con plenos derechos.

 

4 comentarios

david gento -

Te he mandado un correo respondiendo a tu mensaje. Creo que no te ha llegado. Dímelo

Ramón -

¿Y qué me dices de las opiniones escuchadas en medios televisivos donde se propugnaba a los cuatro vientos que los inmigrantes hacían gasto sanitario con "nuestros" impuestos?
¿Sabrán qué es el gasto sanitario? ¿Sabrán qué son los impuestos (tributos exigidos por la Hacienda Pública sin contraprestación)? ¿Sabrán cuánto aportan a la Seguridad Social los inmigrantes? Si lo saben, lo callan. En fin, que vivimos en un mundo solidario por lo que he podido ver en estos últimos días. Cachis.

Montse -

Lo has dicho todo y muy bien, nada que añadir, sólo manifestar mi acuerdo con lo que escribes. Un saludo, Montse

Laumoma -

Estoy totalmente de acuerdo contigo, David.
Y pienso que tod@s podríamos ayudar de una manera u otra a mejorar esto.
Saludos